Sexo LGBT
Serian las 12 de la noche cuando habíamos regresado de dejar a nuestra amiga Sara en su casa, ahora me acompañaba hasta el portal de mi edificio Ángel, que era mi mejor amigo y que tenia la misma edad que yo 20 años.
Era una de esas noches de julio en las que hacia un calor asfixiante y en las que las temperaturas subían con gran facilidad; aunque no era lo único que subía con gran facilidad.
Ya cuando estábamos en la puerta de mi portal, Ángel se me avalando hacia mi dándome un buen morreo; sentía como su lengua recorría por todas las partes de mi boca. Note que tanto él como yo nos estábamos empezando a empalmar.

Serian las 12 de la noche cuando habíamos regresado de dejar a nuestra amiga Sara en su casa, ahora me acompañaba hasta el portal de mi edificio Ángel, que era mi mejor amigo y que tenia la misma edad que yo 20 años.
Era una de esas noches de julio en las que hacia un calor asfixiante y en las que las temperaturas subían con gran facilidad; aunque no era lo único que subía con gran facilidad.
Ya cuando estábamos en la puerta de mi portal, Ángel se me avalando hacia mi dándome un buen morreo; sentía como su lengua recorría por todas las partes de mi boca. Note que tanto él como yo nos estábamos empezando a empalmar.

– Hace ya unos meses que no siento tu pollita en mi boquita.
¿No te apetece ahora? –dijo Ángel mientras me tocaba el paquete con la mano
derecha.
Ángel y yo éramos follamigos desde hace 3 años, llevábamos
unos 2 meses sin echar un buen polvo.
– ¿Ahora?, ¿en donde lo hacemos?. En mi casa no puedo están
mis padres.
– ¿No te apetece en el ascensor?.
– ¿Y si nos pillan?.
– De eso se trata, imagínate el morbo que da.
Pensar en esa situación hizo que mi polla se terminara de
empalmar por completo, mis 19 centímetros empezaban a asomarse por mi slip
color rojo pasión.
Nos metimos en el ascensor, allí Ángel me empujo contra el
espejo que había dentro, no paraba de morrearme; poco a poco fue levantándome
la camiseta y empezó a chuparme y morderme el pezón; sabia que eso me excitaba
bastante.
De repente fue bajando poco a poco dándome besos hasta que
saco mi polla de mi slip. Yo pulse el ascensor hasta la sexta planta, la máxima
que había en mi edificio, para que así no nos pillaran.
Ángel tenia ya en su
boca toda mi polla; comenzó a mamármela mientras se miraba como lo hacia en el
espejo que había en el ascensor.
Cogí su cabeza y dirigí yo el movimiento a una gran
velocidad, como si le estuviera follando. Veía a través del espejo como Ángel
se atragantaba ante mi gran polla, al ver eso me excite aun más. Mientras tanto
el ascensor seguía subiendo y bajando desde el sexto al bajo.
Ángel sabia que en unos pocos segundos me iba a correr por
eso paro de comérmela y me empezó a pajear rápido; cerré los ojos y se me
escapo un pequeño gemido de gran placer comenzó a salir un montón de leche
caliente disparada hacia la cara de Ángel. Cuando dejo de salirme el semen, Ángel se metió mi
polla en su boca para así aprovechar las ultimas pequeñas gotas de leche que
salían de el.
Antes de de que bajara el ascensor de nuevo al bajo, cogí y
lamí con mi lengua el semen que le había dejado en la cara a Ángel para que así estuviese limpio.
Ya cuando bajo el ascensor al bajo Ángel salio de el para
irse a su casa, antes de que saliese del portal me dijo:
– Espero que lo volvamos a repetir otro día.
joder ke buena historia ami me gustaria hacer eso yoo con uno ami me a puesto muy caliente y caxondon!!!
ResponderEliminarami tambn me a gustado mucho eskeke te la coman en el ascensor debe molar mucho eso da un morbo mmmm increible me encantaaaaa
EliminarHe ido a comentar este relato pero no sé si ha llegado o no... Es magnífico, reproduce toda una genialidad del sexo...
ResponderEliminarmil besos y un saludo de Paqui Derma
Quien pudiera hacerlo así salvajemente en el ascensor, y si ya es con alguien que te pone una barbaridad... pues mucho mejor jejej ;D
ResponderEliminarMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar