Normalmente los padres niegan la homosexualidad de sus hijos hasta que ellos se la cuentan. Los padres dan por supuesto la heterosexualidad de sus hijos desde que nacen debido a la educación que hemos recibido. Todo esto ocurre, porque aun tenemos numerosos prejuicios sobre el ser LGBT, los padres piensan que sus hijos van a sufrir más por el simple hecho de ser LGBT y también en la familia faltan numerosos referentes LGBT.
Cuando un hijo sale del armario los padres suelen mostrar diversos sentimientos y reacciones:
- Culpa: ¿Qué he hecho mal? ¿ser LGBT se nace o se hace?.
- Confusión: ¿Sigue siendo hombre al ser gay? ¿sigue siendo mujer al ser lesbiana? ¿son promiscuos?. ¿se puede curar?.
- Victimismo: ¿Por qué me ha ocurrido todo esto a mi?.
- Miedo: A las agresiones físicas, rechazo social, insultos, a tener VIH.
- Vergüenza: A que lo sepa toda la familia, el barrio...
- Sobreprotecion: necesidad de proteger de manera excesiva a nuestros hijos LGBT.
El proceso de aceptación de la homosexualidad, transexualidad o bisexualidad de nuestros hijos aporta numerosas ventajas tanto como familia como ciudadanos.
- Como familia: Las relaciones familiares mejoran al tener un conocimiento más profundo de como es nuestro hijo y la nacionalización implica poder vivir con naturalidad y alegría el que tu hijo tenga pareja.
- Como ciudadanos: Ayudaremos a las personas de nuestro entorno a ser más tolerantes y ayudaremos también a otros padres en nuestra misma situación.
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