Las primeras farolas se
encienden. Una de las luces ilumina una esquina. En esa esquina, se
ven 2 personas besándose apasionadamente.
Cuando nos fijamos, vemos
a una persona con el pelo corto, joven, alta, morena, vestida como un
rapero. También, vemos a otra con el pelo largo y medio rapado,
teñido de rojo y vestida de marca. Pensamos que es la típica
parejita tonta formada por un “chulito” y “una niña pija
rebelde”. Al acercarnos, vemos 2 chicas: Ela y Valentina.
Al contrario que otras,
que muestran su cariño abiertamente, ellas son más tranquilas.
Bueno, la palabra correcta es discretas, debido a que están hartas
de ojos curiosos, frases ofensivas, etc. Esa es la razón por lo que
solamente disfrutan de la noche.
Su relación es como
cualquiera; discusiones, celos, cariño, primeras experiencias,
citas… Pero era un amor loco y secreto; nadie de su entorno podía
imaginárselo.
Un día, quisieron
quitarse este escudo, querían confesarlo. Primero, se lo dijeron a
su pandilla. Se quedaron un poco en shock pero rápidamente lo
asumieron. Pasaron de la incredulidad a la felicidad por la noticia.
Luego, tras esta prueba, decidieron esperar para contárselo a sus
familias. Estas ni sabían que eran lesbianas. Fue un gran paso.
La madre de Ela,
divorciada, se lo tomó muy bien. Animó a su hija a ser feliz y a
disfrutar de su sexualidad. Su madre le confesó que desde su
divorcio se encontraba –palabras textuales- “explorando su
bisexualidad”.
Por otro lado, en casa de
Valentina, no hubo tanta comprensión. Comenzó una fuerte discusión,
con llantos, gritos y reproches… que acabaron con Valen fuera de
casa. Se vio sola, con las maletas en la puerta y sin rumbo.
Empezó a avanzar hacia
uno de los puentes de la ciudad, su intención era clara: suicidarse.
Envió un whatsapp a su novia, para despedirse. Ela apareció allí
rápidamente, con lágrimas en los ojos. Había llegado a tiempo.
Sacó de allí a su novia y se marcharon.
Ahora, ya han pasado unos
años. Valen y Ela se han independizado y viven juntas. Piensan en
casarse y quizá adoptar un bebé. Valen aún no sabe nada de su
familia.
Hola a cualquiera que quiera leer esto. Simplemente, quería agradecer tu tiempo en leer o ojear este cuento. Soy la persona que lo ha escrito y estoy a disposición de quejas y sugerencias. Me encanta ver como lo que escribo puede ayudar/llegar/arreglar un mal día... Tengo la afición de escribir y escribo lo que me viene en mente sobre cosas no reales basadas en la realidad. Tengo que agradecer por decimonovena vez a esta página el trato que me ha dado. Muchísimas gracias
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