Parece que 2017 ha
empezado de manera muy positiva para el colectivo lgtb, en especial
para las personas transexuales. Si el pasado 1 de enero celebrábamos
que Dinamarca se acaba de convertir en el primer país del mundo en
dejar de considerar la transexualidad como una enfermedad, hoy
celebramos que Portugal dejara también de considerar la
transexualidad como una enfermedad mental.
El gobierno socialista de
Portugal ha dado a conocer que actualizará su ley de identidad de
género, vigente desde 2011, para eliminar la necesidad de un
diagnóstico de trastorno de identidad de género para poder cambiar
de sexo, también ha reducido de los 18 a los 16 años el límite de
edad a partir de la cual la persona podrá solicitar la modificación
de cambio de sexo.
La nueva ley también
prohíbe las operaciones quirúrgicas a los bebes intersexuales.
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