Para tí

A veces en la vida conocemos a alguien que sabemos que desde el principio nos va a marcar un antes y un después, un cambio necesario en nuestra forma de pensar y actuar.

Todo empezó contigo de una manera rápida y sin pretenderlo, dicen que las mejores historias no se esperan y son sorpresas que de vez en cuando nos da la vida.

¿Recuerdas esa primera vez que nos vimos? Yo si, tú estabas tan tímido y yo estaba tan lanzado. Al principio pensé que serias otro pasatiempo más de los míos con los que jugar un rato y luego cuando me aburriese dejarte; pero no fue así.  Me demostrarte e hiciste ver que de verdad te importaba, me apoyabas en todo lo que hacia, y lo más importante es que me respetabas.

Y poco a poco conseguiste ganarme del todo, cada cita superaba la anterior, tus detalles como la de dejarme tu chaqueta roja cuando tenia frio o la de regalarme una piruleta de corazón, mi chuchería favorita.

Pero pronto me empecé a acojonar, la ansiedad puedo conmigo y te tuve que dejar marchar entre lagrimas, sabia que ya no te volvería a tener, no te pude retener.

Y en silencio y a veces pensando en ti en secreto fueron pasando los años, sin saber nada de ti, hasta que una noche de sábado en una discoteca me volví a cruzar contigo, otra vez con tu mirada. Y a partir de ese momento volvimos a coincidir más veces, los dos tan cerca pero a la vez tan lejos, sin hablarnos y sin casi ya mirarnos.

Y por si lees esto, ojala, quiero que sepas que aun sigo mirando para atrás más de lo que quizás me gustaría. Nos quedamos a medio camino de algo que pudo ser muy grande.
Si lo lees quiero que sepas que fue fantástico sentir cada centímetro de tú piel, compartir tus historias y construir tus futuros sueños. No quiero olvidar que durante un tiempo, aunque hubiese sido breve, fuimos.

Siento haber sido un gilipollas contigo y no haber sido valiente de cerrar los ojos y dejarme llevar por lo que sentía en su momento. Te echo de menos.


Comentarios